Acabo de leer sobre el fallecimiento de Alejandro Aura víctima de cáncer.
Aunque no era un fan de su trabajo, lo recuerdo con afecto porque fue en su programa "Entre Amigos" donde se inició la sección del "Güiri Güiri", donde un hasta entonces desconocido Andrés Bustamante interpretaba personajes y hacía sketches que filmaba en la calle con el público.
Aura también fue dueño de "El Hijo del Cuervo", lugar donde también se presentaba Bustamante.
Gracias a Aura es que tenemos a "Ponchito" y el gran humor de Andrés Bustamante, y por lo menos por eso, es que un servidor lo recordará.
Descanse en paz.
Almacen de pensamientos, reflexiones y crítica desde la Ciudad de México. Desde el Fútbol hasta los comerciales, pasando por todo lo demás.
miércoles, 30 de julio de 2008
jueves, 17 de julio de 2008
No todo es malo en el metro
Ayer tuve una experiencia agradable en el metro. Una de esas cosas que vez y compruebas que en el mundo hay muchas cosas buenas.
El metro venía un poco lleno, y una familia se tuvo que distribuir a lo largo del vagón con el fin de que todos pudiesen tener un asiento.
Conforme la gente se fue bajando y se fueron desocupando los asientos, los miembros de la familia comenzaron a sentarse juntos. Los únicos que quedaron lejos del resto eran el padre y su hijo de unos 11 años.
Un par de estaciones antes de la terminal, un lugar más se desocupó junto a una de las hermanas mayores del pequeño, al otro lado del vagón. Ellas comenzaron a llamarle con señas para que se apurase y ocupara el asiento.
El chico sonriendo se levantó y se despidió, con cierto tono de burla, de su padre. Seguro le bromeó acerca de que iba a quedarse sólo.
Justo cuando comenzaba la carrera para alcanzar a sus hermanas, el chico se paró en seco. Se regresó y tímidamente tocó el codo de la única señorita que estaba de pie, una joven de veintitantos que iba leyendo recargada en la puerta. Cuando la chica levantó la vista el joven le hizo señas para indicarle el asiento que acababa de desocupar, ofreciéndoselo para que se sentara.
Nadie le dijo que hiciera esto. Ni su padre ni sus hermanas ni su madre. Fue iniciativa propia del chico.
Acto seguido echó a correr, como lo hacen los chamacos de su edad, y se sentó violenta y alegremente en el lugar que le guardaba su familia.
Ese detalle me alegró el día. Insisto. No cabe duda que por cada mala experiencia que vemos en las noticias, hay cientos de anónimas buenas.
El metro venía un poco lleno, y una familia se tuvo que distribuir a lo largo del vagón con el fin de que todos pudiesen tener un asiento.
Conforme la gente se fue bajando y se fueron desocupando los asientos, los miembros de la familia comenzaron a sentarse juntos. Los únicos que quedaron lejos del resto eran el padre y su hijo de unos 11 años.
Un par de estaciones antes de la terminal, un lugar más se desocupó junto a una de las hermanas mayores del pequeño, al otro lado del vagón. Ellas comenzaron a llamarle con señas para que se apurase y ocupara el asiento.
El chico sonriendo se levantó y se despidió, con cierto tono de burla, de su padre. Seguro le bromeó acerca de que iba a quedarse sólo.
Justo cuando comenzaba la carrera para alcanzar a sus hermanas, el chico se paró en seco. Se regresó y tímidamente tocó el codo de la única señorita que estaba de pie, una joven de veintitantos que iba leyendo recargada en la puerta. Cuando la chica levantó la vista el joven le hizo señas para indicarle el asiento que acababa de desocupar, ofreciéndoselo para que se sentara.
Nadie le dijo que hiciera esto. Ni su padre ni sus hermanas ni su madre. Fue iniciativa propia del chico.
Acto seguido echó a correr, como lo hacen los chamacos de su edad, y se sentó violenta y alegremente en el lugar que le guardaba su familia.
Ese detalle me alegró el día. Insisto. No cabe duda que por cada mala experiencia que vemos en las noticias, hay cientos de anónimas buenas.
viernes, 11 de julio de 2008
Aquí mi opinión sí cuenta
No cabe duda de que el populismo y la falta de preparación y capacidad de los políticos ha alcanzado niveles ridículos.
Ahora están en todos lados los anuncios para la mentada consulta de Marcelo Ebrard sobre la reforma energética del país, presumiendo de que "aquí mi opinión sí cuenta".
Pero me pregunto: ¿Yo qué sé de la reforma energética? ¿Yo que sé de la industria del petróleo? ¿Yo qué sé del estado de las instalaciones petroleras, yacimientos, personal y finanzas de Pemex?¿Yo qué sé respecto a los planes de inversión y las leyes respecto a la inversión extranjera y nacional?
De nada sirve mi opinión, porque yo no puedo opinar. No estoy en posición de hacerlo. Ni debería preguntarseme. Precisamente por eso votamos, para elegir a las personas que nosotros consideramos adecuadas para tomar esas decisiones. Precisamente para que nosotros no tengamos que tomarlas, sino lo hagan expertos y profesionales en la materia. Confiamos, mediante nuestro voto, en que las personas que elegimos para gobernarnos harán lo correcto.
Insisto. Aunque mi opinión cuente, de nada sirve.
Además, ya me imagino las preguntas: ¿Crees que el petróleo debe ser de los mexicanos?. Pues todos contestamos que sí.¿Estás en contra de la privatización del petróleo?. Pues la respuesta será que sí. En ese caso no necesitamos una encuesta.
Y lo que es peor aún es que esas respuestas serán utilizadas para decir que la gente apoya las ideas del PRD. Lo que no dirán, es que esas respuestas también apoyan las ideas del proyecto de Felipe Calderón. Porque las preguntas no son las correctas, y porque las respuestas a las preguntas correctas, nosotros, la gente común, el pueblo, no las sabemos.
Ahora están en todos lados los anuncios para la mentada consulta de Marcelo Ebrard sobre la reforma energética del país, presumiendo de que "aquí mi opinión sí cuenta".
Pero me pregunto: ¿Yo qué sé de la reforma energética? ¿Yo que sé de la industria del petróleo? ¿Yo qué sé del estado de las instalaciones petroleras, yacimientos, personal y finanzas de Pemex?¿Yo qué sé respecto a los planes de inversión y las leyes respecto a la inversión extranjera y nacional?
De nada sirve mi opinión, porque yo no puedo opinar. No estoy en posición de hacerlo. Ni debería preguntarseme. Precisamente por eso votamos, para elegir a las personas que nosotros consideramos adecuadas para tomar esas decisiones. Precisamente para que nosotros no tengamos que tomarlas, sino lo hagan expertos y profesionales en la materia. Confiamos, mediante nuestro voto, en que las personas que elegimos para gobernarnos harán lo correcto.
Insisto. Aunque mi opinión cuente, de nada sirve.
Además, ya me imagino las preguntas: ¿Crees que el petróleo debe ser de los mexicanos?. Pues todos contestamos que sí.¿Estás en contra de la privatización del petróleo?. Pues la respuesta será que sí. En ese caso no necesitamos una encuesta.
Y lo que es peor aún es que esas respuestas serán utilizadas para decir que la gente apoya las ideas del PRD. Lo que no dirán, es que esas respuestas también apoyan las ideas del proyecto de Felipe Calderón. Porque las preguntas no son las correctas, y porque las respuestas a las preguntas correctas, nosotros, la gente común, el pueblo, no las sabemos.
Etiquetas:
Ciudad de Mexico,
Comerciales,
Politica,
Queja
Suscribirse a:
Entradas (Atom)