El pasado 10 de Octubre nuestra familia volvió a crecer.
Con sus piernas delgadas, sus dedos largos y sus ojos despiertos Diego a venido a alegrar la vida de su hermano y sus padres. Dios lo bendiga y le de una vida dichosa.
Así que de vuelta a las desveladas, a las ojeras, el cansancio y la cara de felicidad.
Lo malo es que si un hijo no deja tiempo para nada ... dos lo consumen todo como un hoyo negro je,je,je.